Si hoy es miércoles, Dolores Álvarez Peralías te invita a leer
«Ser viejo no es estar muerto» no es sólo un libro; es también una llamada de atención. Francisco Mora, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford, nos invita a reflexionar sobre el envejecimiento, asunto de especial relevancia en las sociedades occidentales actuales, en las que las personas cada vez viven más tiempo sin saber, en ocasiones, para qué. Un asunto que, por su importancia, guarda implicaciones a nivel personal y cotidiano, profesional e intelectual, científico y filosófico e incluso religioso. De su mano, investigar sobre el envejecimiento requiere comprender una de las vertientes fundamentales del ser humano: la emoción, esa energía que mueve el mundo vivo,» ese motor que todos llevamos dentro y que nos empuja a seguir vivos» (Casa del Libro)
No es solo un libro, es una llamada de atención a la sociedad, un proyecto con perspectivas, para que la ciudadanía piense que los viejos no son estorbos y mantienen vivas sus emociones, por eso hay que tenerlos en cuenta, hay que pensar en ellos en una vida que contemple sus intereses y los siga manteniendo como agentes activos dentro de la sociedad.
Se trata de llevar a cabo unos cambios sociales que lleguen a transformar la estructura social en la que ahora nos relacionamos y nos movemos «Entender esta perspectiva requiere comprender la verdadera naturaleza del envejecimiento humano desde lo que sabemos hoy mirando hacia el futuro».
La emoción no envejece, mueve al mundo y no se pierde, según las últimas investigaciones de la Neurociencia. Reavivar la emoción es una nueva cultura de envejecimiento activo y sano.
La esperanza de vida se está alargando, cada vez hay personas que viven más años, por tanto los estilos hay que cuidarlos, hay que tener mejores relaciones humanas, hay que seguir creando culturas dignas para seguir atendiendo a las personas con más edad porque mientras las emociones se vayan alimentando hay vida activa. Un joven puede estar muerto mientras que un viejo puede estar vivo, se trata de conseguir entusiasmar, emocionar, seguir con una curiosidad activa que nos lleve a la atención por aprender, independientemente de la edad que se tenga.
Es un proyecto que ilusiona, que recomiendo leer no solo a los más entrados en edad sino a los jóvenes porque de ellos dependerá que estos cambios culturales se lleven a cabo. Tener una sociedad donde la experiencia vaya siendo un valor en sí, supone que se tendrá en cuenta otras voces que en estos momentos están muy calladas.
Podemos escucharlo al propio autor, en una entrevista en rne, hablando sobre el libro http://www.rtve.es/alacarta/audios/espana-vuelta-y-vuelta/espana-vuelta-vuelta-ser-viejo-no-estar-muerto-09-11-17/4296554/