Si hoy es miércoles, Dolores Álvarez te invita a leer.
Leer a Pérez Gómez es aprender de educación con todas las garantías. Recuerdo que cuando leí «Comprender y transformar la enseñanza» lo disfruté tanto que dicho libro no se separó de mi mesa en algunos años, lo consultaba y releía con frecuencia; el mismo sentimiento tengo con este que acabo de leer «Educar en la era digital» (La escuela educativa), es todo un tratado de educación, de fundamentos pedagógicos, de pedagogía real y efectiva para poner en marcha una escuela distinta, una escuela que eduque al alumnado y que no se dedique a instruirlo, donde se eduque el pensamiento para ser personas críticas, para adaptarse a una educación del siglo XXI en la que son necesarias habilidades y competencias para una sociedad cambiante, acelerada, plural, incierta, compleja…
Sinopsis: La era digital requiere aprendizajes de orden superior que ayuden a vivir en la incertidumbre y la complejidad. Requiere a su vez, desarrollar hábitos intelectuales, en gran medida no conscientes, que preparen para un escenario en el cual casi todo es más accesible, complejo, global, flexible y cambiante; exige la capacidad de afrontar niveles elevados de ¿ambigüedad creativa?, la capacidad para reconstruir, desaprender, arriesgar y aprovechar los errores como ocasiones de aprendizaje, desenvolverse en la ambigüedad y en la incertidumbre como condición de desarrollo creativo de las personas y los grupos humanos. En Educarse en la era digital, Angel Pérez Gomez, reflexiona sobre cómo ocupamos nuestro tiempo escolar en el aprendizaje de datos, en la apropiación memorística de informaciones y tareas rutinarias de bajo nivel y se nos escapa la tarea de ayudar a formar el pensamiento crítico y creativo, el desarrollo armónico de sus emociones, la búsqueda de su identidad y sentido, la formación de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan el compromiso ético y político, la formulación y reformulación sensata y racional de sus modos habituales de conducta y comportamiento. El autor, a través de un dialogo con múltiples autores, teorías, experiencias y propuestas intenta en la Primera Parte, clarificar, -o al menos explicitar – lo que significa aprender a educarse en el complejo contexto contemporáneo, ¿cómo aprendemos a vivir, pensar, decidir y actuar en la atmósfera densa y cambiante de la era global, digital?, ¿qué papel está ocupando la escuela convencional en este proceso? En la Segunda Parte, nos ofrece su visión particular sobre lo que considera una escuela educativa, es decir un espacio público para ayudar a que cada uno de los ciudadanos se construya como persona ¿educada?, elija y desarrolle su propio y singular proyecto de vida en el ámbito personal, social y profesional. (Morata, 2012)
Ángel I. Pérez Gómez. Nacido en Valladolid, España. Es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, sección Pedagogía, por la Universidad de Salamanca y Licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Es doctor en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido Profesor Adjunto de las Universidades de Salamanca y Complutense de Madrid y Catedrático en la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Málaga.
Ha publicado 12 libros y más de 100 artículos y capítulos de libros:
Perez Gómez, A. I. y Gimeno Sacristán, J. (ED.) (1983) La enseñanza, su teoría y su práctica. Akal, Madrid;Comprender y transformar la enseñanza, Morata, 1993; “An evaluation of educational reform experiences in Spain: the Andalusian case”, Research Pappers in Education, Vol 9, 1994; Evaluación de un proceso de innovación educativa. Consejería de Educación y Ciencia. 1994; Perez Gómez, A. I., Practical training and the professional socialization of future teachers in Andalusia, Prospects, vol. XXVI, nº 3, Sep 1996.Currículo y enseñanza, análisis de componentes, Universidad de Málaga. La /cultura escolar en la sociedad neoliberal, Ed. Morata, 1998. La historia de una reforma educativa. ED. Diada, 1997, Desarrollo profesional del docente: política, investigación y práctica, Ed. Akal, 1999; conversando con Maturana. Ed. Aljibe 2003, Comprehensivenes and Diversity in Secundary Compulsory education in Andalucía. Educational Action Research, v.12-. 2004; Nuevas tecnologías en la Enseñanza. UNIA/AKAL, 2004; Innovación de la docencia en las universidades andaluzas, 2005; Reinventar la profesión docente. RIFP, 2010; Aprender a enseñar en la práctica. GRAO, 2011. Educarse en la era digital. Madrid, Morata, 2012. Podéis conocer más del autor aquí.
En su prólogo Pérez Gómez se pregunta si es posible una escuela educativa, algo que parece obvio dada la naturaleza de la misma, creemos que cualquier escuela debe ser educativa pero nos demuestra que no es así que hace falta aprender y enseñar a educarse.. «El presente ensayo es el fruto de una necesidad personal, supongo que compartida, de pararme a pensar, de clarificar y reencontrar el sentido en las turbulencias que rodean mi vida profesional como docente e investigador sobre educación, sin duda reflejo del inquietante panorama político, económico y social que arrasa la vida de los ciudadanos contemporáneos en la compleja, rica, incierta, cambiante y desigual era digital…»
Sus preocupaciones se concentran en lo que él llama epistemología de la acción. ¿De qué se nutre la acción humana? ¿Cómo se configura la racionalidad de la acción? ¿Por qué se sostienen, frecuentemente sin mayores sobresaltos, las evidentes contradicciones entre lo que decimos que pensamos y lo que hacemos? ¿Cuáles son los sistemas conscientes o tácitos que condicionan nuestra manera de percibir, tomar decisiones y actuar? ¿Cómo superar el vacío de un conocimiento retórico que no sirve para orientar la acción? ¿Es posible una escuela verdaderamente educativa, que ayude a cada individuo a construirse de manera autónoma, sabia y solidaria?
En los 4 primeros capítulos de la obra intenta clarificar todos esos interrogantes. En la segunda parte, hasta el capítulo 9, nos ofrece su visión de lo que es una escuela educativa «un espacio público para ayudar a que cada uno de los ciudadanos se construya como persona «educada», elija y desarrolle su propio y singular proyecto de vida en el ámbito personal, social y profesional»
«Aprender a cooperar entre iguales es una capacidad fundamental en el mundo contemporáneo, por las posibilidades ilimitadas que se abren en las redes globales de intercambio digital y porque los problemas y situaciones en el mundo contemporáneo son de tal magnitud y complejidad que desbordan la capacidad individual de afrontarlos»
Hay que preparar a la ciudadanía para que se implique en la sociedad y no podemos obviar la influencia de Internet en la aportación de conocimientos y sabiendo que puede moldear nuestra manera de pensar. Podemos afirmar con CARR (2010) que con excepción del alfabeto, el sistema numérico y tal vez el libro impreso, Internet bien puede considerarse la tecnología singular más poderosa e influyente en la configuración masiva de la mente humana. La era digital requiere aprendizajes de orden superior que ayuden a vivir en la incertidumbre y la complejidad; la era digital requiere desarrollar hábitos intelectuales que preparen para un futuro más accesible, complejo, global, flexible y cambiante.
«Fortalecer la cohesión social sobre la base de la aceptación consciente de la existencia del otro, del diferente, se ha convertido en el objetivo principal de la escuela» (Tedesco, 2000)
El autor nos va mostrando a lo largo de la obra prácticas que considera relevantes en el desarrollo de una escuela educativa y al final nos muestra una serie de escuelas que él considera diferentes porque además cumplen con los presupuestos pedagógicos que nos ha ido relatando a lo largo de toda la obra. Nos habla con especial cariño de «La escuela de la señorita Olga» de la cual hay un documental que narra desde el testimonio de sus estudiantes y profesores, la experiencia educativa realizada por las Hermanas Olga y Leticia Cossettini entre 1936 y 1950 en la ciudad de Rosario, Argentina, bajo el modelo pedagógico denominado «Escuela Serena».
La mayoría de las propuestas pedagógicas que se han sugerido a lo largo de este libro están reflejadas en la pedagogía de esta escuela de «La señorita Olga» y su equipo y que nos relata a continuación:
- Promover el desarrollo integral de todos y cada uno de los estudiantes.
- Vivir y disfrutar la cultura y no solo aprenderla por exigencias académicas.
- Abrir la escuela a la sociedad y la naturaleza.
- Promover un clima de cariño atención y respeto.
- Experimentar la democracia como forma de vida, de intercambio, de cooperación y toma de decisiones.
- Rechazo de cualquier forma de discriminación.
- Desarrollar la enseñanza como investigación en proyectos interdisciplinares sobre problemas auténticos en situaciones reales.
- Promover el desarrollo artístico y creativo en todos y cada uno de las niñas y niños.
- Preparar para la vida más que preparar para la academia y los exámenes.
- Estrechar las relaciones de cariño y apoyo mutuo entre los docentes y los estudiantes.
- Fomentar la autonomía y la autodisciplina nacida del interior de los estudiantes.
- Organizar el escenario, el contexto en función de los proyectos pedagógicos.
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En conclusión, libro muy recomendable para los docentes y educadores que estén preocupados por hacer de la escuela algo más educativo, más coordinado con la sociedad en la que vive, más acorde con la diversidad y pluralidad del mundo que nos rodea, donde las personas aprendan a educarse, a investigar, a tener pensamientos críticos y personales, donde la colaboración y la diversidad se entiendan como un valor con el que la sociedad puede salir beneficiada..
«… La escuela educativa que defiendo hace referencia a una actitud y a un proceso complejo de búsqueda, cuestionamiento, experimentación y valoración cooperativa, donde todos los implicados aprendemos de nuestra experiencia y de nuestra reflexión, nos educamos y ayudamos a educarse»