Si hoy es miércoles, Dolores Álvarez nos invita a leer
«…¿Cuál debería ser el sentido del gesto-acto del educar? Recibir al otro, sin cuestiones, sin preguntas, sin sospechas y, sobre todo, sin juzgar, para entablar una conversación a propósito de qué haremos con el mundo y qué haremos con nuestras vidas…»
«Este libro busca un lenguaje para dar a la educación un sitio peculiar dentro de las relaciones y las experiencias esenciales de la vida. Poco parece quedar de los gestos, rostros, acciones, sonidos y silencios con que recordamos ciertos momentos que nos «hacen», cuando el registro se vuelve un engranaje desapasionado.
El libro muestra este cambio: de una lengua que comienza materna (por la infancia, el canto, la narración, por su ritmo y prosodia) y que se transforma enseguida en paterna (por el patrón, la gramática, la ley, el poder). Una lengua que pronuncia la reconstrucción de su memoria educativa en términos de gestos, rostros, textos y que luego se proyecta casi sin cuerpo, como expresión acabada de una autoridad sumida en la planificación y la evaluación. O, si se quiere, la mutación de un lenguaje desde un deseo de enseñar hacia un lenguaje infectado por la razón evaluadora». Editorial Noveduc, 2017.
Carlos Skliar es un investigador y escritor argentino, especializado en literatura, pedagogía y filosofía. Se desempeña como Investigador Principal del CONICET de Argentina, y del Área Educación de FLACSO. Es reconocido internacionalmente por sus aportes pedagógicos, filosóficos y literarios al campo de la educación. Wikipedia
Nos refiere el autor que este libro lo escribió como un ejercicio novedoso de escritura para él. Reunió fragmentos de otros textos que tenía de los últimos años en entrevistas, foros de debate, conferencias, cuestionarios de medios de comunicación, evaluaciones de tesis, comentarios o artículos de otros autores. escritos en redes sociales, apuntes de conversaciones… e hizo el esfuerzo de reconocer algo como un pensamiento que «piensa» la educación, sin menoscabar la extrañeza que cause su lectura. Trataba de encontrar su propio lenguaje en cuanto a la infancia, a las diferencias, a la inclusión…
«Dejo a los lectores, al fin y al cabo, la decisión de la lectura, deseando que encuentren aquí unos esbozos, unos fragmentos y unas incertidumbres acerca de aquello que desde hace algunos años hemos construido grupalmente bajo el mote de «Pedagogías de las diferencias», una multiplicidad de problemas, cuestiones, dudas, modos de ver, de sentir y de pensar, que no tienen otro propósito que mostrarse como una ética y una estética de conversación educativa».
En su obra nos muestra una visión ética y política de la educación dentro del mundo que vivimos, teniendo en cuenta a las demás narraciones de las personas que nos rodean, la alteridad, el mundo de las igualdades y de las diferencias, del mundo que no escucha y que se deja llevar solo por las voces de los más poderosos, manteniendo en silencio a quienes ellos consideran «diferentes», con un ritmo y un destino ya marcado de antemano.
Skliar nos hace reflexionar sobre cuestiones educativas que nos llevan siempre a pensar que lo podemos hacer de otra forma, teniendo más en cuenta a los que en muchos momentos no se les ha escuchado. Lo hace con un lenguaje asequible para gran cantidad de personas, sin lenguaje técnico, para que podamos pensar en qué es la educación y cómo se lleva a cabo en la práctica, en las escuelas o con nosotros mismos.
Al final del libro nos presenta unas conversaciones, en modo epistolar, con su amigo Fernando Bárcena, en las que hablan de educación, sobre sus distintos pensamientos sobre las pedagogías de las diferencias. Verdaderos tratados filosóficos de tono muy entrañable con los que los lectores pueden repensar y reflexionar sobre el tema educativo, a la infancia, lo común, lo que es para todos.
Esta reseña se publicó originariamente en el blog de la autora, La Colina de Peralías, el día 18 de abril de 2020. Puedes verla aquí