Sobre el maestro y director Carlos Guallart Liarte
El pasado 1 de junio el Ayuntamiento de La Algaba, a propuesta de la Comunidad Educativa del CEIP Purísima Concepción y con el apoyo del Consejo Escolar Municipal, aprobó por unanimidad en Pleno de la Corporación nombrar y rotular el bulevar que da entrada al citado centro como Bulevar Carlos Guallart Liarte.
No es frecuente que se reconozca públicamente nuestra labor profesional y por ello debemos felicitarnos que haya ocurrido y que sea con Don Carlos. Pues, Don Carlos no es una persona cualquiera. No es un maestro cualquiera. Ni es un director cualquiera. Es una persona que ha construido, sobre sus espaldas, una manera de hacer colegio basada en el servicio a los demás, la empatía y en la creencia férrea que siendo amable y cariñoso el mundo es mejor.
Carlos Guallart Liarte llegó a La Algaba como docente animado por su gran amigo y compañero de estudios en la Escuela Normal y natural de la localidad, Paco Moreno Carranza en el año 1986. Sería seguramente un destino para poco tiempo. Se jubiló en junio de 2017 después de 32 cursos consecutivos siendo maestro de su querido Colegio de la Cruz, como se conoce aquí al centro. Una trayectoria tan longeva en un mismo destino no es habitual, pero si a esto añadimos que 25 de esos años ha ejercido como director, la cuestión se vuelve casi inverosímil.
Don Carlos solo tiene una manera de entender el mundo y la vida, y es al servicio de los demás. Esa manera se materializa en una sonrisa y en una frase, ¿qué te hace falta? Siempre que hables con él encontrarás este recibimiento.
El tan temido despacho del director con él nunca existió. O si existía era solo una idea que se disipaba en el momento que ibas la primera vez. Allí no te esperaba la respuesta severa y la corrección de la conducta. Te esperaba la misma frase de siempre ¿Qué te hace falta? Te esperaba la escucha y la atención que todos necesitamos. Te esperaba la radiografía que revela lo que pides sin decirlo y no siempre se te concede. Aparte de juegos, risas y alguna que otra chocolatina. El tan temido despacho del director con él era un refugio para los no siempre bien entendidos. Era un lugar de amparo para los que necesitan calor y afecto. Era el lugar donde descansar de este mundo de prisas, exigencias y carreras hacia ningún lugar, que no respeta los tiempos de la infancia. Era el paraíso.
No solo buscaba el despacho el alumnado, sino que era el mismo lugar para todo aquel que formaba parte del Centro y de la Comunidad Educativa. Ya que sabías que te esperaba la misma frase ¿Qué te hace falta?
Hoy, aun habiendo pasado tres años desde su jubilación, si paseas con él por el pueblo de La Algaba lo debes hacer con tiempo y con calma. Si tienes prisa no es buena compañía. De cada puerta, de cada ventana, de cada rincón se escucha lo mismo. Hombre Don Carlos, que alegría verlo. La respuesta una sonrisa y una anécdota.
Se fue, pero quedaron muchos años de increíble recuerdo. Alumnos. Compañeros del claustro de profesores. Los asiduos de cada curso, con plaza fija. Y los interinos que pasaban. Para todos. Y para todas. Ahí estaba Don Carlos. Trabajo, siempre. Sonrisa, también. Y siempre ¿Qué te hace falta?
Esto además de un reconocimiento a la labor de un profesional impresionante, que nunca interpuso una hora de tiempo personal por una dedicada a su querido Colegio de la Cruz, es una puesta en valor de unos valores, algo olvidados, que deberían ser la guía de nuestra sociedad. Unos valores basados en el amor y la entrega por lo demás, en la empatía y en la esperanza, y la creencia, que un mundo mejor es posible y que está más cerca de lo que creemos. Una cosmovisión basada en que la manera en la que nos tomemos las cosas las hará mejores. Un convencimiento que la felicidad es una actitud.
Y recuerda que siempre que hables con él encontrarás una sonrisa y una frase, ¿qué te hace falta?
Gracias de todo corazón y en nombre de toda la comunidad educativa del CEIP Purísima Concepción y del pueblo de La Algaba por habernos enseñado tanto por ser nuestro maestro y nuestro tutor. Esperemos que algo de tu bondad y tu saber estar se haya quedado en nosotros. Si es así, estaremos construyendo un mundo mejor.
Muchas gracias Don Carlos.
Comunidad Educativa del CEIP Purísima Concepción de La Algaba (Sevilla)
Gran persona, gran profesional, muy querido por sus compañeros y sobretodo por los niños. Inigualable, siempre ahí para ti, alegre, positivo, cariñoso, amigo, jamás le he visto enfadado o triste en 20 años junto a él. Gracias por todo y gracias por enseñarme.