Si hoy es miércoles, Dolores Álvarez te invita a leer
Paulo Freire sigue siendo un referente en el mundo educativo, podemos decir que sus ideas siguen vigentes y que aún no se han puesto en práctica, todo lo necesario, en los centros con lo cual es siempre una idea de futuro que cuesta trabajo alcanzar, hoy en día las comunidades que siguen el pensamiento crítico de Freire son escasas por tanto queda un largo camino por recorrer.
Las diez cartas que componen este libro corresponden a diez de esos temas que él consideraba fundamentales para llegar a alcanzar una formación integral, rigurosa, comprometida con los contextos sociales, donde impere la comprensión ante la memorización, donde el alumnado parta de su propio entorno y estudie para transformarlo, donde se llegue a una educación democrática… Él mismo nos relata que este trabajo lo hizo por un fuerte compromiso ético-político y con una decidida preocupación por la comunicación, convencido de que el logro de la comprensión del texto no es tarea exclusiva del autor sino también del lector.
Podemos leer en estas cartas de Freire sobre: «las fundamentales diferencias entre enseñar y aprender, las fuentes (y la aceptación) de la inseguridad y el miedo, la opción por el magisterio, las cualidades del buen educador, el primer día de clases, la relación entre educadores y educandos, la diferencia entre hablar al educando y hablar con él, los vínculos entre identidad cultural y educación así como entre contexto concreto y contexto teórico, y el tema crítico de la disciplina». (pos.90)
Ataca el analfabetismo como una forma de mutilar a la ciudadanía y darle la posibilidad de exigir sus derechos. Las personas que están formadas son más conscientes de sus derechos y de la falta de ellos, es necesario partir de sus conocimientos y educarlos para que sean personas de pleno derecho ante la sociedad. «Esta es una de las violencias que realiza el analfabetismo, la de castrar el cuerpo consciente y hablante de mujeres y de hombres prohibiéndoles leer y escribir, con lo que se los limita en la capacidad de, leyendo el mundo, escribir sobre su lectura, y al hacerlo repensar esa misma lectura» (pos. 192)
Su intención es demostrar que la tarea docente es placentera y a la vez exigente. Exige una buena preparación educativa, emocional, afectiva, científica… Quien se compromete con la tarea de educar debe sentir un gusto especial en el proceso que lleva a cabo, «estudiamos, aprendemos, enseñamos y conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica» (pos. 225)
Es una obra que te atrapa, de fácil lectura pero de pensamientos complejos, comprometida con la educación democrática, cargada de emoción por las continuas referencias a su entorno, con el objetivo de que la práctica educativa deje de ser un acto mecánico para convertirse en un proyecto de amor y confianza por la docencia, donde la formación cree una ciudadanía crítica en la sociedad en la que vive.
La serie “Maestros de América Latina” de la Universidad Pedagógica Nacional narra la vida y obra de ocho pedagogos trascendentales para la historia de la educación latinoamericana. El repertorio está compuesto por Simón Rodríguez, Domingo F. Sarmiento, José Martí, José Vasconcelos, José Carlos Mariátegui, Gabriela Mistral, Jesualdo Sosa y Paulo Freire.
El ciclo busca renovar el debate sobre las pedagogías latinoamericanas desde un abordaje profundamente humano, y sin renunciar a la complejidad y contradicciones propias de personalidades que, desde diferentes perspectivas, se comprometieron activamente con la causa de la Patria Grande.