Si hoy es miércoles, Dolores Álvarez nos invita a leer
Pensar para descubrir el conocimiento es tan importante que de no hacerlo perderemos cantidad de horas que hemos invertido para preparar un examen. Es ese conocimiento que María Acaso vino a llamar «bulímico» porque aprendemos, lo vomitamos en el examen y lo olvidamos. ¿De qué me sirvieron todas esas horas de estudio sin razonamientos que me afianzaran los conceptos?
Es muy deplorable que no se haga pensar al alumnado para que aprenda de una forma eficaz, en equipo, para que vaya formando un cuerpo de conocimientos que le sirvan en la vida. Todavía en muchas escuelas se sigue dando este tipo de aprendizaje memorístico que no se organiza para que se piense y se razone en lo que se aprende.
De Swartz y otros autores tenemos también sobre el mismo tema «Aprendizaje basado en el pensamiento. Cómo desarrollar en los alumnos las competencias del siglo XXI», porque es importante que de una vez empecemos a conectar con este tipo de aprendizaje que a la larga nos va a resultar más útil y nos va a ayudar a seguir aprendiendo, aunque al principio nos parezca más lento.
«El Aprendizaje Basado en el Pensamiento (TBL) es una metodología que enseña a los alumnos a utilizar destrezas de pensamiento, tanto dentro del aula como en cualquier otro ámbito de la vida, para convertirlos así en buenos pensadores. Estas destrezas se interiorizan mediante el uso frecuente de mapas de pensamiento y organizadores gráficos, diseñados para ayudar a organizar tipos de pensamiento en un proceso que, paso a paso, acumula información y lleva a una conclusión bien reflexionada y fundamentada. Se trata de la puesta en práctica de un pensamiento colaborativo, ya que se trabaja en grupos de tres, cuatro o cinco personas que comparten y comentan sus ideas, conectadas por un sentimiento de empatía y por el deseo de buscar juntas la mejor solución a cualquier problema. Para lograrlo, es clave el papel de los docentes, que guían y motivan su aprendizaje mediante preguntas abiertas que activan su pensamiento«. (SM, 2019)
Robert Swartz es doctor en Filosofía por la Universidad de Harvard, profesor emérito de la Universidad de Massachusetts, en Boston y creador, junto con Sandra Parks, de la metodología Aprendizaje basado en el Pensamiento (Thinking Based Learning – TBL), que sustituye la enseñanza basada en la memoria por otra basada en el pensamiento activo. Actualmente dirige el Center for Teaching Thinking (CTT), dedicado a dar a conocer esta metodología en Estados Unidos y en España. Durante los últimos treinta años ha trabajado con maestros, escuelas y universidades, a nivel internacional, en proyectos de desarrollo del personal docente, reestructuración del plan de estudios y educación mediante la infusión del pensamiento crítico y creativo en la enseñanza del contenido. También es miembro del comité organizador de la Conferencia Internacional sobre Pensamiento (International Conference on Thinking – ICOT).
Esta metodología está comprobada en muchas escuelas y resulta muy eficaz en el aprendizaje. El enfoque de este libro es mostrar cómo funciona esta nueva metodología TBL (Aprendizaje Basado en el Pensamiento) en el aula y se complementa con otro libro «Pensar para aprender en el aula» con lecciones modelo, con todos sus detalles, enseñadas por docentes de habla hispana.
Expone el autor que el TBL envuelve dos componentes básicos:
* Enseñar a los alumnos cómo convertirse en buenos pensadores y no solo memorizar.
* Ayudar a los alumnos a aprender a utilizar destrezas de pensamiento conectando con el contenido curricular.
De esta forma educaremos a buenos pensadores que sabrán proyectar lo aprendido y reflexionado en sus experiencias de la vida cotidiana. «Ellos infusionan la enseñanza de destrezas de pensamiento en la enseñanza del contenido, destrezas de pensamiento crítico, destrezas de pensamiento creativo, destrezas de pensamiento analítico, y destrezas relacionadas con la acción, representadas tanto por la toma de decisiones como por la resolución de problemas»
El enfoque del libro es totalmente práctico de forma que podemos aplicarlo en nuestras clases con nuestro alumnado, algo que los docentes siempre estamos reivindicando porque las teorías son muy bonitas pero hay que conocer las metodologías para llevarlas a cabo. Por tanto este libro es muy recomendable para el profesorado de cualquier etapa educativa que quiera cambiar la forma que su alumnado aprenda y que pase de memorizar a ver, pensar y preguntar, decidir con razonamientos, crear sus mapas de pensamiento, sus organizadores gráficos, comparar, secuenciar, establecer rankings, hacer lluvias de ideas, conocer estrategias que le ayuden a ser mejores pensadores, más creativos…
Hay muchos vídeos de Swartz en la red, he seleccionado este porque explica la esencia del Aprendizaje Basado en el Pensamiento. El ejemplo de la nariz es muy claro de cómo debemos enseñar para que el alumnado piense y construya lo que verdaderamente va a asimilar para que le dure a lo largo de su vida.
Esta reseña se publicó originariamente en el blog de la autora, La Colina de Peralías, el día 5 de noviembre de 2019. Puedes verla aquí.