El documento que se presenta a continuación, realizado por un
catedrático de Filosofía
perteneciente a la Asociación REDES, tan sólo pretende
establecer un debate sobre la cuestión
y un primer eslabón para el posicionamiento de la Asociación
en torno a este tema. Este tema
será objeto de debate en la reunión anunciada al efecto
y asimismo podrán mandarse opiniones
al respecto a la dirección electrónica
asociacionredes@telefonica.net
de la página web
http://redeseducacion.net
En esta dirección encontrarás artículos de prensa
recientemente
aparecidos sobre este tema y el borrador de Decreto preparado por Ministerio.
LA ENSEÑANZA DE LA RELIGIÓN EN LOS CENTROS PÚBLICOS
DE
ENSEÑANZA
lQue veinte años no es nada...¡ Sobre todo en aquellos
problemas que, por no atajarlos a
tiempo, tienden a cronificarse, cuando no -como el que nos ocupa- a
experimentar virulentas
regresiones
Desde que la aprobación de la Constitución hiciera inviable
el secular monopolio de la iglesia
católica sobre las conciencias y pusiera algún coto al
proselitismo que había convertido la
escuela en "tierra de misiones", poco y mal hemos avanzado.
!Qué arrojo el de aquel gobierno de la U.C.D.¡ Tuvo que
convencer a la Conferencia
Episcopal de -nada menos- que nuestra nueva Ley Fundamental reconocía
el derecho a la
libertad de conciencia y, por tanto, no podía proseguir con
su celo salvif ico sin la previa
aquiescencia del interesado. Poco le pareció que, no tanto por
mandato constitucional como
por una libérrima interpretación del famoso Concordato,
estuviese garantizada la cesión gratuita
de las aulas escolares para la catequesis del alumnado creyente, impartida
por quienes la
jerarquía católica estimase conveniente, y pagados con
el dinero, no de los feligreses, sino de
todos los contribuyentes.
A regañadientes aceptaron que la Ética (esa cosa que según
el arzobispo Elias Yanes era
previsible que se transformara "en un arma ideológica manejada
por partidos de inspiración
marxista". !Mentira parece que hoy la añoren tanto y pretendan
erigirse en su paladín¡) fuese la
asignatura alternativa abligatoria para quienes no aceptasen ser catequizados.
Malacostumbrados por el mimo histórico con el que han sido tratados
-!qué buenos tiempos
aquellos del nacionalcatolicismo¡-, poco les parecía lo
que hoy constituye su caballo de batalla:
que los que osen despreciar el Cielo, al menos no se vayan de rositas
en la tierra. Con ello
dejan bien a las claras que no les preocupa tanto el tan invocado derecho
a recibir una
formación religiosa (entre otras razones porque nunca ha estado
amenazado; y hoy menos que
nunca, pues el marco constitucional es su mejor garante) como el enfermizo
empeño en poner
deberes a quienes no se sienten llamados a ejercer tal derecho.
Quizás debiera mover a lástima el hecho de que para convencer
de lo atractivo de su mensaje
no encuentren mejor argumento que el de exigir alternativas más
intimidadoras. Lo que sí mueve
a indignación es que un Estado aconfesional se preste al juego
y colabore en la estrategia.
Para colmo de sus males (la avaricia rompe el saco), sucesivas sentencias
del Tribunal Supremo
vinieron a establecer que la Ética no podía seguir siendo
la alternativa a las clases de Religión,
pues la actividad alternativa no podía ser evaluable, ni ocuparse
de materias curriculares, ni
consistir en estudio asistido o en el libre uso de ese tiempo libre.
(Puestos a colaborar, bien
podría el Tribunal haber sentenciado a favor de la hibernación
transitoria de los alumnos no
creyentes, garantizando así que éstos no adquieran ninguna
ventaja académica mientras sus
compañeros asisten libre y voluntariamente a las clases de Religión).
Así las cosas, la Conferencia Episcopal ha visto en el Gobierno
del actual inquilino de la
Moncloa la sensibilidad y connivencia necesarias para reconducir el
asunto en la dirección
deseada. Corren, pues, tiempos de ofensiva: Elaborado y hecho público
está el borrador del
proyecto de Real Decreto que vendría a colmar las aspiraciones
de la Iglesia ("!Oialá fuese
verdad tanta belleza¡", llegó a exclamar el obispo Juan
José Asenjo) y, con ello, el cúmulo de
errores y despropósitos que arrastra esta historia. Se pretende:
1º - Consagrar que la catequesis católica sea una asignatura
evaluable... !Como si les pareciera
poco la comparecencia ante el Altísimo¡
2º - Consolidar la imprescindible existencia de una alternativa
laica a la catequesis católica...
cuando su única alternativa es otra catequesis igualmente confesional.
3º - Continuar la anacrónica intromisión -servida
en bandeja por la irresponsable dejación de
soberanía de los poderes públicos- que les ha permitido
dictar parte del quehacer docente de
no pocos profesores... Como si las decisiones educativas de los poderes
públicos necesitaran
de su nihil obstat.
4º.- Enmarañar -más, si cabe- el problema, cantando
las bondades de la inexcusable
alternativa: formación cívica, estudio científico
-sociológico, histórico, filosófico- del hecho
religioso... Cuando son ellos los únicos por convencer; los
demás lo estamos tanto que
consideramos inadmisible que las inequívocas excelencias de
esos conocimientos sean sólo
para disfrute de aquellos alumnos que no compartan sus creencias.
Ante esta situación y perspectiva, los miembros del grupo REDES
pensamos que veinte años
deben de ser suficientes para que las autoridades educativas tomen
en serio el mandato
constitucional en lo que a la formación religiosa atañe:
1º El derecho a recibir dicha formación por parte de unos
no puede generar ningún deber para
aquellos otros que no quieran ejercerlo. Sólo, no ya desde una
divergente interpretación del
art~ 16.3, sino por su olímpica ignorancia puede sostenerse
la actual situación.
2º La Constitución, en su artº 27.1 y 2, no sólo
reconoce a todos el derecho a la educación,
sino que estable que el objeto de ésta -para todos, se entiende-
es "el Pleno desarrollo de la
personalidad humana". No cabe pretender que de las enseñanzas
que se arbitren a tal fin
queden exentos aquéllos que quieran instruirse en sus convicciones
religiosas.
Autor: Práxedes Caballero Rísquez, catedrático
de Filosofía del IES Mateo Alemán de San
Juan de Aznalfarache.
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Página Web: http://redeseducacion.net