Enzo Traverso y la melancolía de izquierda

Galaxia Gutenberg, 2019

            Resulta muy oportuno un libro que exprese las claves del marasmo intelectual que, desde hace décadas, envuelve a la izquierda. Habiendo renunciado, por pretencioso e irreal, a un texto que resuelva las preguntas y los retos actuales, de lo que se trata, al menos, es de plantear cuáles son esas preguntas y esos retos, y cómo hemos llegado a ellos. Se trata de clarificar la situación actual y explicar a qué se debe ese pesimismo en el pensamiento de quienes creemos necesario un horizonte utópico para poder orientarnos. Si sientes esta necesidad, probablemente tú, lector, seas alguien profundamente melancólico.

            La movilización y la protesta, los grandes movimientos de emancipación social, la izquierda del siglo XX se construyó a partir de la undécima tesis de Marx sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Como el bebé del carrito que cae por la escalera de Odesa, en la famosa escena de Sergei Eisenstein, la izquierda se fue forjando de fracaso en fracaso. Así la Convención jacobina que terminó con el Golpe de Termidor (1794), la revolución obrera de junio de 1848 reprimida por el Gobierno de Lamartine, la Comuna parisina aplastada a sangre y fuego por el Gobierno de Thiers en mayo de 1871, la revolución soviética de 1905, los consejos obreros berlineses de enero de 1919… Pero tras cada revolución frustrada la izquierda resurgía con más ilusión, con más empuje, porque la undécima tesis de Marx sobre Feuerbach marcaba el camino y obligaba a mirar al futuro. Un mundo nuevo siempre estaba por construir.

            Si embargo, hoy ya no es así. La izquierda dejó de mirar al futuro. Parece como si, en los últimos cincuenta años, la izquierda hubiera muerto dos veces, tal y como nos indica Slavoj Zizek en Viviendo en el final de los tiempos. Una, con el derrumbe de los Estados del bienestar y otra, con la desaparición del socialismo real. La caída de los modelos clásicos, mediante los que la izquierda construyó sus ideales de emancipación durante el siglo XX, nos impide mirar al futuro, varados en el presente perpetuo, al que se refería Hobsbawm, desde el que no dejamos de contemplar el pasado con profunda melancolía. Esto es lo que nos explica Enzo Traverso en su libro Melancolía de izquierda: Después de las utopías (Galaxia Gutenberg, 2019).

            Como un nuevo gran pope de la historiografía marxista, en ausencia del llorado Eric Hobsbawm, el italiano Traverso se destapa, con este libro, como el intelectual capaz de aportar un relato, una lógica, que nos eleve por encima de la confusión tan característica de nuestro tiempo. La caída de los grandes modelos de progreso construidos por la izquierda nos ha despojado de la confianza en el futuro (¡la undécima tesis!) que, otrora, fue el secreto de cada uno de los revolucionarios a los que el historiador italiano homenajea, en cada capítulo de este libro. Los comuneros parisinos del Comité de Salvación Pública en la primavera de 1871, los bohemios como Charles Baudelaire, Louis Blanc, Auguste Blanqui, Gustave Courbet y otros muchos soñadores que malvivían en el París de la segunda mitad del XIX. Karl Marx con su familia en aquel piso mítico del Soho londinense, mientras escribía El Capital en la Biblioteca del Museo Británico. León Trotsky en la casa de Coyoacán, rodeado de intelectuales y estudiantes de la Cuarta Internacional, tras haber sido acogido en el México del presidente Lázaro Cárdenas. El pensamiento trágico de Theodor Adorno y el empeño de Walter Benjamin en seguir creyendo, hasta que se encontró con la muerte en Portbou (1940), huyendo de los nazis.  Todas estas y muchas otras historias de intelectuales y obreros que forjaron un horizonte de emancipación del que hoy carecemos.

            Por ello entendemos a Pier Paolo Pasolini cuando, hace setenta años, ya decía que todos estamos en peligro (P. P. Pasolini, Todos estamos en peligro, Trotta, 2018). Sin embargo, lejos de regodearse en la melancolía, Traverso escribe su libro para explicar el estado de la cuestión actual, para que entendamos nuestro presente como punto de partida para seguir construyendo el futuro. Porque ahora la izquierda ya tiene un pasado que debemos entender para conformar nuevos horizontes de utopía o, como decía Enrico Berlinguer (La austeridad, 1977, discurso publicado en Mientras tanto el 30/3/2012): “Inventar algo nuevo, pero que esté bajo la piel de la historia, algo maduro, necesario y, por consiguiente, posible”.

Javier Flores Fernández-Viagas.

Profesor de Educación Secundaria y autor del libro “La izquierda: utopía, praxis y colapso. Historia y evolución” (Ed. Almuzara, 2017)

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